INTRODUCCIÓN A LA OPINIÓN

Buenas noches les deseo a todos aquellos que se adentren en este hormiguero y, a los que no se atrevan también.

Tras un tiempo apartado del mundo ciber-virtual, y ante la triste y aberrante realidad a la que asistimos, pretendo seguir mi blog. Desde el comienzo del mismo he visto como otros compañeros bloggeros han abandonado su labor. Unos por cansancio, otros por no ser bien recompensados y, otros tantos, por haber obtenido recompensa. Han visto mis ojos como otros se han unido a este mundo solitarios donde cientos de lectores se hacen eco de la voz silenciosa que irradia la pantalla con intenciones tan variadas como conciencias haya. 

Sé que mis palabras serán criticadas, que mi voz se intentará callar y que mi rostro pretenderán describir. Quizás, con el paso del tiempo, este hormiga muestre su rostro y enseñe las palmas de sus manos. No me cabe duda alguna que tendrá que hacerlo. Pero, jamás callarán su voz, a no ser que la tierra acaricie su pecho. 

Intentaré ser constante en la labor que yo mismo me impongo. Pero, no me pidan que sea objetivo en todo momento, pues en un mundo dónde el ser humano, llora, ríe, canta, baila, sufre y siente... será difícil, ya que aunque tras el disfraz de hormiga, yo también soy humano. Me equivocaré, tropezaré y me levantaré con o sin mano ajena que impulse mi alma porque éste que aquí escribe también tiene rodillas, pero no para arrodillarse ante nadie, sino para hacer posible el intento de levantarse y caminar.

Como pueden apreciar ustedes, la imagen del blog ha cambiado, al igual que uno de sus participantes (que soy yo), pues aquí yo inicio el debate, pero todos son ponentes. No hay censura en los comentarios, cada cual que mida sus palabras de las que son dueños y responsables. 

Así pues... BIENVENIDOS Y... COMENCEMOS...