Suspira, y mira al cielo,
para bajar la mirada y estrellarla contra el suelo.
camina, por calles empedradas,
y sin hacer ninguna parada,
se apresura hacia la mezquita callada.
Busca urgente, un arco valiente,
donde apoyar sus ganas e ilusiones,
porque las ganas siguen siendo pasiones,
que palpitan en los rasgados corazones.
Mira al Guadalquivir, y se remoja en su frescor,
tormenta que se crea al mezclases con sus sangre caliente,
huracán, ¡qué ya se siente!
Porque, Córdoba, te has vestido de gala,
porque, Córdoba, has elevado tus brazos y los has convertido en alas.
No me importa que no seas ganadora,
no me importa lo que digan por las esquinas y murmuren sobre tus bellas ruinas,
no me importa lo que otras sean, para mi eres única, mi Córdoba mora,
que te descubro en cada amanecer y me enloqueces una y otra vez.
PD: No soy poeta, no he revisado el texto en cuestiones gramaticales, en cuestiones ortográficas. No soy escritor bien pagado, ni siquiera soy reconocido. No contemplo las leyes de la métrica, ni de la rima. No sé nada. Pero, soy cordobés y, mi madre, no ha ganado el concurso. Y me duele, me duele mucho.
Felicidades Donostia 2016
2 comentarios:
Buen poema amiga hormiga, se quedaria perfecto con la música de Azahares.
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